
Plan Político del Frente Amplio (2025-2026)
El Frente Amplio de cara a un nuevo ciclo de transformaciones
Introducción
Caracterización de la etapa: reconstrucción, nuevo ciclo de esperanza y transformaciones.
La presente etapa se torna crucial para el Frente Amplio y para el país. Desde el triunfo de noviembre del año pasado, nuevamente la historia nos convoca a asumir el desafío de iniciar un nuevo ciclo de gobiernos de izquierda, progresistas y populares, más inclusivos, más justos, más solidarios y con justicia social. Lo hacemos con la voluntad política, el ímpetu y el entusiasmo de siempre y dispuestos ha asumir el enorme desafío de no poder fallar, de no decepcionar. Nuestro pueblo ha vuelto a confiar en nosotros y hoy estamos ante la oportunidad histórica de conducir los destinos del país en tiempos muy complejos.
El Frente Amplio, heredero del ideario artiguista, debe asumir con determinación y audacia el desafío de darle un nuevo impulso a nuestro país, retomando la senda del crecimiento, con prosperidad y justicia social. No nos equivocamos en 2005 cuando asumimos por primera ve los destinos de nuestro país. A la vista está que los avances que vivimos en los primeros gobiernos frenteamplistas fueron considerables. Por eso hoy, luego de cinco años de gobierno para los “malla oro” nos animamos a decir que nuevamente estamos viviendo una etapa de reconstrucción para nuestro país.
Fueron cinco años de retrocesos, hoy nos convoca la tarea de reconstruir el tejido social, productivo y democrático luego del desarrollo de políticas regresivas, elitistas y profundamente insensibles ante las realidades de la mayoría del pueblo uruguayo. Hoy los datos resultan alarmantes: más de 600 mil compatriotas con ingresos menores a 25 mil pesos, casi 600 mil uruguayos que viven bajo la línea de pobreza, uno de cada tres niños menores de seis años en esa situación y más de 50 mil uruguayos en la indigencia.
El costo social podíamos imaginarlo cuando asumió el gobierno Lacalle Pou hace cinco años. Lo que no previmos es que a pesar del recorte de las políticas sociales, nos iban a dejar un país más endeudado, con un aparato productivo estancado y una inserción internacional debilitada. Por supuesto que esta coyuntura no solo viene de la mano de un gobierno netamente regresivo como fue el anterior.
Por eso, ante este panorama, el gran desafío de esta etapa será político, pero también será profundamente ético y cultural. Necesitamos incrementar nuestra base social y construir un Frente Amplio, que en sintonía con nuestro gobierno, sea capaz de conjugar la dialéctica entre amplitud y profundidad. Para eso, quienes tenemos el compromiso de militar en cada rincón del país, para desarrollar pedagogía política, debemos tener la capacidad de explicar las dificultades, los desafíos y los retrocesos sufridos en estos años y las acciones que estamos llevando adelante para superarlos. El futuro nos exige temple, escucha y propuesta para convocar, para tender puentes y para sumar.
Las transformaciones culturales requieren un análisis profundo, más allá de lo coyuntural. A nivel mundial y en Uruguay se han producido y se producen cambios profundos en la sociedad y su cultura. Con los avances del neoliberalismo cobran mayor fuerza sus valores: la aporofobia, la naturalización de la desigualdad, el individualismo y se exacerban otros como el racismo. Un cambio cultural no se produce en cinco años ni se produce por los efectos de un gobierno. Las acciones del gobierno deben contribuir a promover un mensaje y la fuerza política debe
embanderarse en una acción permanente que abarque a la sociedad toda, a sus organizaciones y expresiones representativas.
El plan político del Frente Amplio debe apuntar a recomponer la confianza ciudadana, reconectar con los sectores más golpeados y articular un proyecto político que convoque a las grandes mayorías nacionales. No será suficiente tener razón ni contar con buenas iniciativas. Cada ley que promovamos, cada medida que impulsemos, requerirá un esfuerzo colectivo mayor. Para eso, contamos con nuestra principal fortaleza: la militancia. Esa que entiende que la política es la herramienta de transformación, no del privilegio de unos pocos. Por eso, es hora de redoblar esfuerzos, de militar con esperanza y con argumentos, con firmeza y con humildad.
Este nuevo quinquenio frenteamplista es una oportunidad para avanzar en un proyecto de país de largo alcance, pero se presenta con una nueva configuración política en la cual no tenemos las mayorías parlamentarias que si tuvimos en el anterior ciclo y una derecha decidida a llevar adelante una oposición férrea que no duda en deformar la realidad con el objetivo, desde el primer día, de sembrar obstáculos que impidan la tarea del gobierno del FA. Es una realidad inédita que nos exige un aprendizaje colectivo para abordar las negociaciones con todos los partidos políticos de la oposición, con inteligencia y mirada estratégica, en un contexto internacional y regional muy polarizado y de avances de las derechas.
Será necesario que la fuerza política logre instalar un debate de ideas a nivel de toda la sociedad que contribuya a la generación de consensos sociales y la concreción de alianzas imprescindibles para avanzar en un proyecto colectivo. Junto a las negociaciones de las leyes necesarias que nos permitan cumplir con los compromisos asumidos, debe existir una militancia informada que pueda contribuir desde las bases en cada territorio a la imprescindible síntesis política capaz de que grandes mayorías valoren los avances que se registren al mismo tiempo que hacer recaer en la oposición el costo político de no votar las iniciativas que favorecen a nuestro pueblo.
Esta etapa debe avanzar hacia el logro de la igualdad sustantiva que es el horizonte de nuestro proyecto político y tiene como propósito la superación de las barreras económicas, políticas, culturales, sociales y territoriales, que sufren amplios sectores de nuestra población y se manifiestan en los diferentes espacios de diálogo.
Es necesario comenzar a desatar los nudos estructurales que reproducen la desigualdad y son generadores de pobreza, muy especialmente la pobreza infantil y adolescente; de los empleos precarios o informales, las brechas de desigualdad que aún persisten para las mujeres, las disidencias, en situación de discapacidad o la población migrante. Este proceso debe estar imbuido de una concepción antirracista, en tanto las personas afrodescendientes constituyen el 10 % de la población y son las más pobres de nuestro país desde su fundación.
El nuevo escenario internacional
La humanidad atraviesa una etapa de gran incertidumbre y profundas transformaciones. Tal como planteamos en el último ciclo electoral, la disputa entre dos proyectos de país se enmarca en un tiempo de cambios globales a nivel cultural, productivo y social.
El Congreso «50 Años de Unidad» del Frente Amplio analizó la configuración de un mundo multipolar con grados de concentración de riqueza como nunca antes habían imaginado los seres humanos.
“Los cambios que aparejó la desaparición del mundo bipolar no se tradujeron en mayor seguridad y garantías de paz. Por el contrario, el poderío militar de las grandes potencias en un planeta donde ha seguido aumentando la desigualdad sigue siendo un factor que entraña –
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intrínsecamente – un peligro para la paz, aunque esta violencia se exprese de forma diferente a las ya conocidas.” 1
El tránsito hacia nuevos equilibrios de poder en los diferentes planos (económico, tecnológico, mediático) implica escenarios de conflicto, incluso en el plano militar, en la medida en que algunas potencias se resisten a abandonar posiciones hegemónicas.
El cambio climático, uno de los efectos generados por la mundialización, presenta enormes desafíos ambientales globales que requieren transformaciones en las formas de producción, consumo y convivencia, en el marco de lo que llamamos una transición ecológica justa.
El surgimiento de nuevas derechas y movimientos conservadores en la región, que atacan las conquistas sociales y la institucionalidad democrática emergen como un nuevo actor que requiere una reflexión rigurosa y articulación con organizaciones a nivel regional e internacional.
Es en ese marco que tenemos el desafío de pensar la lucha por la paz y la integración de pueblos y gobiernos para contribuir a una comunidad internacional pacífica y que privilegie la solución que estos procesos generan en las condiciones de vida de nuestros pueblos.
Los aprendizajes de nuestro proceso de autocrítica y balance de nuestra acción
Valoramos profundamente los enormes cambios positivos experimentados por la sociedad uruguaya durante los 15 años de gobierno del Frente Amplio, destacando la mejora en la calidad de vida de la población y la potente agenda de derechos que amplió las libertades. Avanzamos en crecimiento y distribución de la riqueza y llevamos adelante una agenda de reformas profundas, postergadas durante décadas.
Sin embargo, también analizamos las dificultades para generar debates en el seno de la sociedad, tanto en términos discursivos como en términos prácticos, al ir abandonando poco a poco el vínculo con el movimiento social y algunos sectores sociales, con su necesaria retroalimentación. Estos retrasos en la disputa por la hegemonía cultural supusieron retrocesos importantes en algunos temas. El proceso político de cambios no estuvo lo suficientemente acompañado de una tarea de generación de conciencia política y clarificación ante las principales medidas gubernamentales.
En esa dirección afirmamos en nuestro Congreso que “Debemos ser conscientes de esta cuestión: si la gente no es protagonista de los procesos, es lógico que no se sienta representada con nuestras políticas”, al tiempo que sostuvimos: “Podemos afirmar que, en ninguna circunstancia, seamos gobierno o no, el relacionamiento político del Frente Amplio con los actores sociales es delegable. Ese es un error que cometimos reiteradamente”.
También valoramos autocríticamente las dificultades para mantener nuestras alianzas y tejer con los nuevos actores acuerdos estratégicos para defender los logros alcanzados. Afirmamos en nuestro Congreso que “La acumulación de reformas y los éxitos electorales nos hicieron creer que los cambios se iban a sostener por sí solos”.
El gobierno encabezado por Lacalle Pou inició un proceso que pretendió no solamente desplazar al Frente Amplio del gobierno, se propuso al mismo tiempo borrar al FA electoralmente y desmovilizar al campo popular.
El proceso nos permitió recomponer vínculos con el conjunto del bloque político y social de los cambios. El mismo no estuvo exento de contradicciones y dificultades, pero tal como caracterizamos en aquel congreso, “las alianzas cuestan y requieren paciencia, generosidad y
La campaña de recolección de firmas contra la LUC nos permitió iniciar en la práctica la autocrítica.
Fue en ese marco que pudimos desarrollar nuestro debate de balance y perspectiva, llegando a las conclusiones que orientaron la elaboración y ejecución del plan político del Frente Amplio
2022-2024.
1 Congreso 50 años de unidad, octubre de 2021.
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empatía, y es necesario asumir con responsabilidad las tensiones y conflictos que naturalmente surgirán”.
Transitamos en unidad desafíos complejos, como el debate planteado en torno a la reforma parcial y regresiva del sistema previsional llevada adelante por el gobierno anterior. Enfrentamos esta reforma en el Parlamento y nos movilizamos en todo el país. Las diferencias en torno a la incorporación a la reforma constitucional promovida por organizaciones sociales y algunos sectores del Frente Amplio fue abordada con madurez por el conjunto de la fuerza política, logrando un acuerdo de libertad de acción que posibilitó expresar nuestras diferencias, sin perder de vista el objetivo común que nos planteamos e incorporó en nuestro Programa el compromiso con una reforma integral de la seguridad social con sustentabilidad financiera y social. Es así que promovimos una alternativa que nuestro gobierno está llevando a la práctica: una transformación integral del sistema de protección social, que será el resultado de un amplio y profundo Diálogo Social, cumpliendo con el compromiso asumido ante la ciudadanía.
Los elementos principales que nos posibilitaron contribuir a alcanzar la victoria del pasado 24 de noviembre, en el marco del cumplimiento del plan de acción anterior, fue reinstalar la estructuración del debate político enmarcado en la caracterización de dos proyectos de país; la recomposición de los vínculos con actores sociales diversos llevando adelante iniciativas de carácter nacional como el FA te Escucha, diálogos por Uruguay, encuentro de Feminismos, Foro Afrodescendiente, gira de la cultura, giras por el agro.
Un proceso largo de elaboración programática con amplia democracia interna, profundos vínculos con la sociedad a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, posibilitó una construcción política madura que culminó con la aprobación en unidad de las bases programáticas que expresan profundidad y amplitud.
En el marco de dicho plan desarrollamos un proceso integral de fortalecimiento de la estructura, que posibilitó consolidar el funcionamiento a nivel nacional, consolidar el funcionamiento de las departamentales y ampliar la red de comités de base, sanear las finanzas y mejorar la comunicación.
Sabemos que todos estos procesos serían imposibles sin el saber y la militancia de las mujeres y disidencias en la fuerza política. Por esto, reaseguramos el compromiso de seguir trabajando para lograr la paridad en todos los roles, lograr espacios de militancia que aborden las situaciones de violencia política y generar el compromiso de trabajar teniendo en cuenta los desafíos que las brechas de género imponen a la sociedad, el empobrecimiento económico, de tiempo y energía intelectual de las mujeres, prestando especial atención a las posibilidades de subsanarlo a la hora de diseñar políticas.
Es en ese contexto que, enmarcados en el documento de relacionamiento “»FUERZA POLÍTICA, GOBIERNO, TRABAJADORES Y ORGANIZACIONES SOCIALES», aprobado por el Plenario Nacional el 19 de abril de 2004, es necesario analizar el rol del Frente Amplio en la etapa que se avecina.
Tal como establece el documento mencionado “
En el documento «Tiempos de esperanza, tiempos de la gente” aprobado en el Congreso Tabaré Vázquez se establecen los ejes fundamentales de cara al ciclo de cambios que comienza en el actual período de gobierno. El programa se enmarca en la vigencia permanente de principios y valores como la democracia, los derechos humanos, la libertad, la igualdad y equidad, la solidaridad y la soberanía.
Uno de los componentes de nuestro programa que refleja el aprendizaje de nuestra fuerza política en el marco del proceso de autocrítica, queda plenamente sintetizado en la prioridad programática 32 resuelta por nuestra fuerza política y que adquiere especial relevancia frente a la ausencia de mayoría parlamentaria en diputados:
La relación entre la fuerza política y su gobierno
para cumplir con los objetivos planteados, debe encararse estableciendo un adecuado equilibrio entre la función de orientación global que ejerce la fuerza política, y la necesaria autonomía de gestión que debe existir para gobernar eficientemente.”, al mismo tiempos el documento plantea que ”la fuerza política ayudará al gobierno a aplicar el Programa acordado en común y a difundir en el seno del pueblo sus realizaciones y proyectos”. Dicha relación se sostiene en tres grandes principios: autonomía relativa, coordinación y responsabilidad, tres grandes orientaciones que deben funcionar juntas y articuladas. La orientación programática, el contenido de la propuesta de
gobierno a realizar son fundamentales para entender las políticas de relacionamiento.
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“Asumiremos la plena responsabilidad de recorrer los caminos de construir las grandes confluencias sociales que se requieren para asegurar la profundidad y sostenibilidad de los cambios necesarios para un país de bienestar para todas y todos, de inclusión y justicia social, en el complejo contexto del mundo de hoy y de nuestra propia realidad. La participación ciudadana como derecho fundamental y pilar del fortalecimiento de la democracia”. Desde nuestra perspectiva la democracia es un proceso permanente de participación y construcción colectiva, transformando lo social para ampliar nuestros márgenes de libertad e igualdad.
Nuevos desafíos
Desde la aprobación de nuestras bases programáticas en diciembre de 2023 se han seguido acelerando los cambios en el mundo y en nuestra región. Todo esto plantea a las propuestas políticas de izquierda, desafíos nuevos que deben asumirse en el marco de los principios y valores que las sustentan:
- Dificultades de los organismos internacionales para asegurar la resolución pacífica de conflictos, guerras por el dominio de recursos y territorios que responden a los intereses económicos y políticos dominantes, de las que son víctimas poblaciones desamparadas a las que se somete a sacrificios que no tienen justificación y, como en Gaza, configuran un genocidio.
- Debilitamiento progresivo de los espacios y acuerdos de regulación de los intercambios a nivel internacional; avance hacia un mundo desregulado y de frágiles acuerdos bilaterales.
- Actualizar los estudios sobre el desarrollo del Sur Global, estudiando los movimientos históricos que se desarrollan en el Sudeste Asiático y Medio Oriente, así como profundizar en una visión actualizada de África.
- Debilitamiento de la democracia por avances de propuestas de extrema derecha anti- democráticas, xenófobas, racistas, homófobas, misóginas, doctrinas fundamentalistas, negacionistas y mesiánicas con iniciativas de carácter violento a todo nivel.
- Debilitamiento de los pilares que sostienen los principios republicanos (límites cada vez más difusos en la independencia de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, debilitamiento de los partidos políticos y desprestigio de la política). Lawfare político.
- Profundización de la desigualdad entre países y en el seno de las sociedades entre ricos y pobres.
- Ante ese panorama, se verifican algunos retrocesos electorales de las fuerzas progresistas y de izquierda y el fortalecimiento de las alianzas internacionales de las extremas derechas, con mecanismos de control y manipulación a distinto nivel de los medios de comunicación masiva. Frente a este escenario, resulta imprescindible estrechar los vínculos con las organizaciones políticas de izquierda y los movimientos progresistas de la región, consolidando alianzas que fortalezcan las luchas compartidas y multipliquen las capacidades de incidencia colectiva.
- No es posible dejar de mencionar con particular énfasis las responsabilidades del mundo actual en el cambio climático y las crisis ambientales que se vienen en todo el planeta y el retroceso en la agenda de derechos.
El plan de fortalecimiento de la fuerza política
Hacia adelante tenemos el desafío de que nuestra fuerza política aborde un proceso de fortalecimiento que posibilite ensanchar los acuerdos sociales en torno a nuestro programa de transformaciones para el país, en un proceso de amplia participación de nuestra militancia, de profundización de los vínculos con las organizaciones sociales y sindicales y de escucha activa hacia el conjunto de la sociedad, a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. En este sentido, resulta clave impulsar estrategias de cercanía que no se limiten al acercamiento y la escucha, sino que también incluyan formas concretas de devolución adecuadas a las características de cada territorio. Para ello, es necesario establecer procesos sostenidos de retroalimentación con las organizaciones sociales y sindicales. Fortalecer el vínculo con la sociedad civil organizada requiere comprender que brindar devoluciones debe ser parte estructural de nuestra metodología de trabajo. Omitir esta práctica puede debilitar el lazo territorial y afectar la confianza construida. Asimismo, es imprescindible mantener informada a la sociedad sobre las acciones que llevan adelante nuestros gobiernos.
Es fundamental fortalecer el vínculo con las organizaciones sociales que actúan en cada territorio, reconociendo su experiencia, sus luchas y su legitimidad. Esto implica invertir presencia y militancia allí donde esas organizaciones trabajan.
Esa participación activa no solo enriquece nuestra práctica política, sino que también permite elaborar propuestas más concretas y efectivas, arraigadas en las demandas reales de la comunidad. Escuchar, compartir y construir desde el territorio es una condición indispensable para una política transformadora.
Por otra parte, es fundamental reconocer el rol estratégico que desempeñan los municipios en la vinculación con la ciudadanía y en el impulso del desarrollo territorial desde la acción política cotidiana. Son pilares esenciales del entramado democrático, y deben ser revalorizados en el marco de una profundización del proceso de descentralización. Para consolidar este papel, resulta imprescindible promover una articulación comprometida con las bancadas frenteamplistas a nivel municipal.
A tales efectos es necesario promover un debate profundo en el proceso de descentralización, convocando a todas/os los involucrados, sobre la atribuciones y cometidos de los municipios, sus localizaciones y a la población que incluyen para favorecer la participación en un verdadero gobierno de cercanía.
Esto supone un fuerte desarrollo de la actividad política del Frente Amplio a nivel de todo el territorio nacional, profundizando la descentralización y atendiendo a la diversidad del país. A tales efectos es fundamental fortalecer los mecanismos de coordinación de toda la fuerza política a nivel nacional para dar continuidad al buen trabajo realizado.
Sin embargo, tal como plantea el documento de relacionamiento y como hemos valorado en todo el proceso de autocrítica, los desafíos de la fuerza política no se agotan en el vínculo con el gobierno. La fuerza política necesita un proceso profundo de fortalecimiento que dé continuidad al plan desarrollado en el último quinquenio.
Para esto es necesario iniciar un proceso de estudio y debate sobre la fuerza política que somos y la que necesitamos ser, para iniciar un proceso de transformaciones que no se agote en cinco años. En esa dirección es fundamental promover el intercambio internacional y especialmente regional, desarrollando con fuerza la política de relaciones internacionales del Frente Amplio.
Asimismo, es necesario desplegar la discusión política que acompañe la agenda de transformaciones, al tiempo que se inicia un proceso de construcción política e investigación profunda (que parta de la premisa de qué cada territorio tiene su propia identidad y, por tanto, su propia dinámica de trabajo) sobre la situación actual del Frente Amplio, su vínculo con el conjunto de la sociedad uruguaya, la relación de los principios y valores que estructuran el proyecto político con los que predominan en el conjunto de la sociedad.
Necesitamos una fuerza política que revitalice su militancia, que dinamice la vida de los comités de base con una mirada dirigida al barrio y a las organizaciones sociales, las departamentales, sus comisiones y los organismos de dirección, para desarrollar formas de participación que permitan involucrar en sus debates a los más amplios contingentes del pueblo promoviendo la renovación generacional, el fortalecimiento de la juventud, prestando en todo el proceso especial atención a las desigualdades de género.
Los comités de base por su inserción en la sociedad, lugar de encuentro, militancia, información y sobre todo discusión política, continúan siendo el núcleo central de la actividad política y organización del FA. Su fortalecimiento pasa por llevar adelante los procesos que los coloquen en condiciones de dar respuesta a los cambios profundos que tienen lugar en nuestra sociedad.
Es necesario fortalecer la participación de la JFA en la estructura del Frente Amplio. La situación actual genera limitaciones reales a la hora de incidir, organizarse y construir hacia dentro de la fuerza política, especialmente para las y los jóvenes del interior. Se trata de una discusión histórica que nuestra fuerza política aún tiene pendiente y que ha atravesado a varias generaciones en su paso por la Juventud del Frente Amplio. Es momento de saldarla. Un paso fundamental para el reconocimiento orgánico y la construcción de una organización alineada con nuestros objetivos fue la reunión convocada por la presidencia del Frente Amplio al asumir su responsabilidad. Aquel primer encuentro de jóvenes en la Huella de Seregni dio inicio a un proceso de discusión orgánica que desembocó en la creación del Plenario Nacional de la JotaFA y de la Mesa de Coordinación, espacios que hoy se consolidan como referencias dentro de la orgánica frenteamplista. Sin embargo, aún nos queda mucho camino por recorrer para dar a conocer este espacio, nutrirlo con la participación de compañeros y compañeras de todo el país y consolidar su validez y referencia en el conjunto de la orgánica frenteamplista, en clave de coalición y movimiento. También se planteó la necesidad de realizar un diagnóstico territorial sobre el estado actual de la militancia juvenil, que permita conocer en profundidad las realidades concretas de cada departamento y, a partir de ello, construir una estrategia de crecimiento y fortalecimiento.
Para esto es necesario construir una percepción compartida sobre la situación actual y una estrategia de largo plazo que ponga en valor la política y a las fuerzas progresistas. Es necesario quebrar el descreimiento y la instalación por parte de las derechas de la idea de que somos todos iguales.
Aspectos organizativos del Plan
Para cumplir a cabalidad los objetivos políticos del Plan, el Frente Amplio debe profundizar su proceso de fortalecimiento, lo que transforma este punto en un objetivo político en sí mismo, que se debe articular con los demás objetivos del Plan.
Cada organismo en su ámbito (nacional, departamental, zonal y local) debe tener en cuenta la situación política, el estado de situación de los principales actores sociales y políticos, trazando líneas de acción que permitan incidir en la realidad para lograr una síntesis popular. Sin intentar ser exhaustivos, entendemos necesario trabajar en los siguientes aspectos para fortalecer al Frente Amplio y mejorar las condiciones organizativas para el desarrollo del trabajo político.
Funcionamiento de los Organismos: el principal objetivo de los mismos es la adecuada toma de decisiones en colectivo y las definiciones para la acción política permanente en la sociedad. Para esto necesitamos reuniones mucho más efectivas, mejor trabajadas, que nos permitan dedicar mayores esfuerzos al trabajo en la comunidad. Recomendamos el taller ¿Cómo organizar reuniones productivas? como insumo.
Es necesario fortalecer cada organismo para que su agenda política sea la más pertinente en cada momento y mejorar los vínculos políticos de todos los organismos para posibilitar una coordinación de la acción a nivel nacional mejor articulada.
En los últimos años hemos avanzado mucho en la presencia de la actividad frenteamplista organizada en todos los territorios. Pero sigue habiendo localidades y barrios en casi todas las ciudades sin organización frenteamplista. Es necesario incorporar estas realidades a la hora de planificar el desarrollo organizativo del FA por parte de cada organismo intermedio.
Vínculo creciente con los y las frenteamplistas: son los principales protagonistas del proyecto político que construimos. El vínculo debe mejorar en calidad y cantidad como objetivo permanente. En cantidad llegando cada vez a más frenteamplistas y en calidad mejorando el flujo de información de ida y vuelta. Tanto asegurando que llega información de calidad de las acciones de la fuerza política (comité, coordinadora, departamental o nacional), sus actividades, campañas o convocatorias, como generando mecanismos para conocer las distintas miradas que tienen los frenteamplistas de la realidad. Esto potencia el análisis en los organismos y permite trabajar con bases más sólidas a la hora de representar al conjunto en la tarea de transformar la realidad. Encontrar mejores estrategias para la participación creciente en una sociedad que avanza hacia una nueva estructuración es un desafío urgente. Nexo se ha constituido en una plataforma muy útil para mejorar el flujo de información con los adherentes y aún está siendo subutilizado por el conjunto de la estructura. Por lo que seguiremos trabajando en la difusión de su utilidad, la formación de los usuarios y el desarrollo de mejores funcionalidades.
Vínculo con las organizaciones sociales y actores del territorio: la experiencia del FA te Escucha volvió a demostrar la importancia política del intercambio abierto y franco con la sociedad organizada respetando autonomías y diversidad de objetivos pero posicionando al FA como articulador político. Esta metodología debe internalizarse en los organismos y en su plan político.
Mejorar nuestro conocimiento de la realidad a transformar: ésta es siempre cambiante y multifacética; crecientemente desafiante y compleja. Mejorar la interacción y vínculo con los actores más relevantes es una forma de mejorar este conocimiento, pero en algunos temas por su complejidad y especificidad es necesario hacer consultas más específicas con las herramientas de las ciencias sociales. Algunas se podrán resolver desde cada organismo haciendo experiencia y otras requerirán apoyo por parte de los organismos superiores.
Todos estos espacios y acciones deben cultivar el diálogo, el más amplio debate de ideas, la inclusión de diversas perspectivas y miradas con escucha y respeto, garantizando espacios libres de toda forma de violencia y discriminación.
Las finanzas necesarias para cumplir con el plan
El Frente Amplio se encuentra hoy con sus finanzas saneadas, sin deudas con organismos financieros ni con proveedores. Llevamos adelante un plan de acción en base a la austeridad en nuestros gastos, un funcionamiento ordenado, el aporte de los sectores, la solidaridad de coordinadoras y departamentales, familias albergando compañeros en todo el país, y campañas militantes como las de los bonos. Ello nos permitió culminar el periodo sin deudas, luego de todo el despliegue realizado en la campaña electoral, la campaña por la LUC, el crecimiento de los locales, las giras del FA te Escucha, y todo el conjunto de acciones realizadas enmarcadas en el plan político.
De cara a la etapa que se avecina, es fundamental que el Frente Amplio continúe priorizando políticamente las tareas financieras. Los aportes que realizan las compañeras y compañeros que se desempeñan en tareas de gobierno son fundamentales, pero no pueden ser la única fuente de financiamiento de nuestra organización, pues necesitamos llegar más fuertes a la próxima contienda electoral contra una derecha que tendrá todo el poderío económico, político y mediático.
En lo que tiene que ver con el movimiento, es claro que la política de locales y el financiamiento de los alquileres y gastos asociados a los mismos es de suma relevancia para nuestra fuerza política.
Los comités de base cumplen una función fundamental al arraigar la fuerza política en el territorio, conectándola con los barrios y sus necesidades. Como tarea organizativa, también impulsan el debate y el desarrollo político entre vecinos y vecinas, entre frenteamplistas, promoviendo mayores niveles de coincidencia en torno a la necesidad de transformar la realidad en favor de las grandes mayorías.
La discusión sobre el financiamiento de los locales choca con la dificultad de finanzas austeras, que si bien se encuentran saneadas y ordenadas, continúan siendo una dificultad a la hora de pensar un desarrollo de la estructura de base. Es por esto que requerimos pensar, analizar y proponer una forma de uso y distribución de los recursos con esos fines.
No alcanza solamente con incentivar el correo de adhesiones (con las complejidades que eso implica según el territorio, la situación puntual y dinámica de participación en los comités de base) siendo que requerimos definir criterios políticos, necesidades políticas de desarrollo territorial y un análisis profundo de las condiciones materiales concretas de cada territorio, puesto que no se puede tratar igual o definir criterios uniformes para realidades desiguales. Desigualdades que se reproducen en la interna de nuestra propia fuerza política y que deben tenerse en cuenta a la hora de tomar definiciones políticas sobre el uso de los recursos.
Es por esto que el FOP elaborará un informe a partir del cual podamos observar la realidad, con claridad y con datos objetivos, para poder transformarla: cantidad de comités de base, ubicación, costo de alquileres, funcionamiento de los comités, necesidades de desarrollo de la estructura política, capacidad de desarrollo financiero de las coordinadoras, zonales y departamentales.
Para esto es fundamental desarrollar en todos los niveles de la organización el área de Finanzas, jerarquizando la militancia en esos espacios, trabajando en equipos para poder promover la generación de ingresos, el control de los gastos y garantizar los recursos que el plan de acción requiere. En todo ello se deberá priorizar la transparencia y cumplimiento de las nuevas normas, conjuntamente con Organización y Propaganda, iniciando fuertes campañas de contención de adherentes como esencia para sostener a la fuerza política y, por ende, al gobierno.
El fortalecimiento de la comunicación del Frente Amplio
Comunicar no es simplemente diseñar un afiche o grabar un carroparlante, la comunicación atraviesa la acción política. Las decisiones de comunicación son políticas y por lo tanto, éste componente es central en el desarrollo del Plan.
No esperaremos el comienzo de un nuevo ciclo electoral para invertir y ordenar la comunicación, así como la acción política es permanente, la comunicación también lo es. En este sentido, durante el desarrollo del actual plan se trabajará en dos vertientes, por un lado, se profundizará el trabajo para el fortalecimiento de la estructura de comunicación y propaganda en cada territorio, y por otro, una estrategia de comunicación institucional.
Se continuará con el plan desarrollado en años anteriores para fortalecer la estructura de comunicación en cada departamental o coordinadora porque es imposible pensar una comunicación centralizada, hoy más que nunca, debemos comunicar e interactuar con los temas y los intereses de cada entorno.
Se realizará un diagnóstico de la situación de la comunicación en la coordinadora/departamental. Se fomentará la elaboración de planes de trabajo en sintonía con el Plan Político, en vínculo fluido con la comisión nacional.
Donde se necesite, se trabajará en la ampliación de equipos de trabajo en el área con capacidades y recursos que permitan el desarrollo de planes de comunicación. Se apoyará con capacitación de nuestros/as militantes de cara a mejorar la comunicación hacia adentro de la fuerza política y hacia afuera (al barrio, a los/as vecino/as).
Como parte de la estrategia, habrá un nuevo diseño de una línea visual que funcione como plataforma para toda la comunicación (piezas, medios y canales). Esta tarea se centra en modernizar y revitalizar la comunicación visual de la fuerza política, mejorando la manera en que se diseñan y estructuran los mensajes desde la centralidad y ofreciendo un manual militante para su uso. Esto abarca la creación de piezas gráficas, plantillas y otros recursos visuales que proporcionen al equipo interno las herramientas necesarias para comunicar de manera efectiva y coherente.
Es importante destacar que este proyecto no implica un rediseño completo de la identidad visual del FA, sino que es una actualización y optimización de los elementos existentes para asegurar que sean relevantes y efectivos en el panorama comunicacional actual. Los símbolos que identifican al FA representan su historia, luchas, sacrificios, principios, valores y voluntad de transformación; constituyen y reafirman nuestra identidad histórica, con la bandera de Otorgués y sus colores, por lo que siempre mantendrán su lugar central. Se trabajará para que la presencia del FA esté en cada rincón del país de manera potente y ordenada en cada lugar.
Además de la creación de recursos, esta tarea también concibe la actualización de los canales de comunicación más importantes del Frente Amplio. Esto es: modernización del sitio web para mejorar la experiencia del usuario, generando mayor visibilidad del trabajo de las diferentes departamentales y la optimización de la presencia en redes sociales para fomentar la interacción y el compromiso con los públicos. También se actualizará la estrategia de mailing para asegurar que las comunicaciones por correo electrónico sean atractivas y efectivas. Se avanzará en el componente de comunicación en la plataforma Nexo para fortalecer el vínculo con las y los militantes.
En resumen, esta tarea busca fortalecer la comunicación del Frente Amplio a través de la creación de recursos, la optimización de mensajes y la modernización de los canales de comunicación clave.
El próximo Congreso y las elecciones internas
El Congreso Ordinario y la renovación de la dirección y las elecciones internas a desarrollarse en el 2026 debe sintetizar todo el proceso de elaboración, discusión y acción política que nos posicione ante el conjunto de la sociedad uruguaya en mejores condiciones para llevar adelante el ciclo de transformaciones que iniciamos con la victoria electoral. Necesitamos un Congreso que robustezca la unidad y aborde en profundidad una estrategia de largo plazo, incorporando a sus caracterizaciones aspectos que son imprescindibles para entender los cambios en nuestro país y el mundo.
La unidad es el pilar fundamental que hará posible la concreción de nuestros objetivos
“La unidad de nuestro Frente Amplio es tarea de todos los días y es una tarea difícil realizarla. Exige discreción, buen tino, comprensión mutua. Somos una unidad viviente y por eso la unidad se puede perder a cada paso. La unidad nos es un bien precioso e indispensable. Una conquista renovada sin cesar. La unidad implica confianza mutua, implica lealtad mutua. Pero a la vez, compañeros y compañeras, no queremos una unidad muerta, que se complazca en mantener su fachada, o que se agote reclamándose a sí misma. La del Frente Amplio no es una unidad silenciosa, una autosatisfacción, un no encontrarnos fallas entre nosotros y no adormecernos con el pretexto de no poner en riesgo la unidad.
No es ésta la unidad del Frente y no es esa unidad que queremos. La nuestra es una unidad crítica, que sepa discernir con claridad todas nuestras insuficiencias, que no las evita, que no las escamotea, porque si nos regodeamos con la sola apología de nuestra unidad, poco o nada avanzaremos, poco de bueno brindaremos al país, sino la mera repetición de que somos unidad.”
General Líber Seregni, en la apertura del Primer Congreso Nacional de Comités de Base de diciembre de 1971.
Etapas del Plan
Agosto-diciembre 2025:
- Desarrollo de una gira nacional: La misma se realizará reeditando la metodología que se utilizó para el Frente Amplio te Escucha. Su objetivo es profundizar y sistematizar el vínculo de la fuerza política con un entramado social que trascienda las alianzas más estrechas; nutriendo el trabajo político de la visión de las organizaciones sociales y el conjunto de los sectores sociales. En la nueva etapa, el objetivo es trabajar con las organizaciones sociales en los acuerdos sociales que posibiliten la implementación del programa de la fuerza política, recoger las demandas de las organizaciones, generar devoluciones y fortalecer el vínculo de las mismas con nuestra estructura territorial.
- Debate sobre el rumbo del país enmarcado en la construcción del Presupuesto Nacional.
- Participación activa en el Diálogo Social convocado por nuestro gobierno para una protección social más justa y sostenible.
- Trabajo amplio y plural por la paz en el mundo y el cese al fuego. Articular con organizaciones sociales, culturales y de derechos humanos en los territorios y aquellas que existan o se conformen a nivel departamental, nacional e internacional con otras fuerzas políticas y sociales de la región.
- Desarrollo de experiencias piloto que permitan fortalecer el trabajo territorial de la estructura de base del Frente Amplio (ampliación de la cantidad de adherentes y cotizantes, diseño integral de la política de locales que profundice los avances alcanzados en el marco del plan de fortalecimiento de los 500 comités ampliando la presencia terrtirorial de la fuerza política, seguimiento del debate político, fortalecimiento de las herramientas para comunicación y propaganda, profundización del vínculo con las organizaciones sociales). A partir de setiembre propondremos elaborar un plan nacional de fortalecimiento que abarque a la totalidad de la estructura del Frente Amplio. Fortalecimiento de las comisiones centrales para garantizar el acompañamiento a las coordinadoras y departamentales en el proceso.
- 25 de agosto, día del comité de base.
- Desarrollo de un plan de formación dirigido a la formación de dirigentes y militantes del Frente Amplio.
- Creación del centro de estudios territoriales.
- Instalación de la Agrupación Nacional de Gobierno y las agrupaciones departamentales. A tales efectos debemos plantearnos cómo adecuar su funcionamiento. En esta dirección es necesario abordar el trabajo de la fuerza política en los distintos niveles de gobiernos para lograr la coordinación multiescalar de las políticas de territorio. Enero-Junio 2026
- Instalación de las comisiones de trabajo preparatorias del Congreso Nacional para la elaboración de insumos y la preparación del debate.
- Junio aprobación en el Plenario Nacional del documento base y convocatoria para fines de setiembre del Congreso Nacional Ordinario. Calendario del proceso de elaboración del plan político
- Lunes 30 de junio aprobación de la circulación del documento base del plan político.
- Sábado 12 de julio Plenario Nacional de jóvenes.
- Durante el mes de julio reuniones de las regionales de todo el país.
- 26 de julio encuentro nacional de las departamentales para sistematizar aportes.
- 28 de julio presentación a la Mesa Política de los aportes recogidos.
- 2 de agosto Plenario Nacional. Denominarlo compañero Carlos Coitiño, realizando en su apertura un homenaje. Referencias
- La referencia para abordar las caracterizaciones políticas se recogen de los documentos aprobados por el Congreso “50 años de unidad” de 2021 y el Congreso “Cro. Tabaré Vázquez” de 2023. Salvo los aspectos que responden al nuevo escenario.
- El objetivo de los elementos incorporados es dar marco político para la instrumentación del plan, pero no reabrir debates que deben enmarcarse en el próximo congreso, a realizarse el próximo año.
- Los aspectos mencionados son lineamientos generales, que requieren en cada caso un abordaje específico por parte del Plenario Nacional, la Mesa Política, departamentales, comisiones de trabajo, coordinadoras, zonales y comités.
PLENARIO NACIONAL DEL FRENTE AMPLIO Montevideo, 02 de agosto de 2025