La informalidad laboral de los hombres en Uruguay bajó de 34% en 2006 a 26% en 2018 y la de las mujeres de casi 36% a 23%, según indicó el subsecretario de Trabajo, Nelson Loustaunau, tras participar en la 19.ª Reunión Regional Americana de la Organización Internacional del Trabajo, en Panamá.
Sostuvo que en Montevideo la informalidad era de 30% en 2016, mientras que ahora se encuentra en el entorno del 16,9%. Por su parte, en el interior del país también descendió, pero no tan significativamente como en la capital, pasando de 39,6% a 29,8%.
El subsecretario subrayó que los avances alcanzados por Uruguay en materia de formalización laboral responden, además de a mayores controles por parte de la Inspección General de Trabajo, a un conjunto de políticas que promueven el diálogo social a través de los Consejos de Salarios, permitiendo que además de los controles de la administración, sean los propios interlocutores sociales quienes se controlen.
Asimismo, el jerarca sostuvo que la política tributaria implementada por el Gobierno también tuvo su impacto positivo en el combate a la informalidad a través de estímulos como lo son la devolución de aportes excedentes al Fondo Nacional de Salud (FONASA), devolución de IRPF, etc.
La aplicación de estas políticas permitieron una mejora en la calidad del empleo y la incorporación de más trabajadores y trabajadoras a la cobertura de salud y a la seguridad social, pero también, permitieron reconocer e incorporar al sistema a trabajadores que por décadas fueron postergados como las empleadas domésticas y los trabajadores rurales, que hoy, a través de la formalizción, cuentan con aguinaldo, licencias, días libres y con el conjunto de derechos laborales del que gozan el resto de sus pares.