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La entrañable mística


No iba a ser un día más. Lo sabíamos. Incluso lo sospechaban las piedritas del camino, los caracoles y hasta el sol. Nos íbamos a encontrar en Piriápolis a celebrar 47 años de ideas, sueños, matices que nos enriquecen y certezas que nos unen. Nos íbamos a encontrar con más ganas que siempre, entre banderas, abrazos, consignas y convicciones.

Los frenteamplistas sabemos que en las difíciles emerge la mística inconfundible que nos identifica. Lo sabemos todos y todas.

Acaso por ello será que a nosotros no nos sorprendió la respuesta imponente de la militancia llenando cuanto medio de transporte hubiera, llegando de todas partes, incluso hasta viajando la noche anterior para llegar temprano a dar una mano con lo que se necesitara.

Como tampoco nos sorprendió ver tanta gurisada, tantos chiqiulines enrteverados con gente más grande. Y juntos, los militantes de canas sabias, con los que vienen llegando.

Nos conmovió claro, comprobar que a pesar de los agoreros de la desesperanza, las banderas del FA están hermosas, orgullosas y firmes como siempre. Como el primer día en que ganamos las calles en cada rincón del país.

En Piriápolis se centraban muchas expectativas. Y ese partido lo jugábamos entre todos. Había que defender los logros de los gobiernos del FA, las transformaciones que se han venido desarrollando y especialmente la nueva agenda de derechos, todo esto en un contexto regional amenazante.

Se sentía, se respiraba, que este cumpleaños iba a ser especial. Recordemos que la antesala no fue fácil. Ni parecido. Aunque tal vez lo vivido en los días previos haya servido para enfocarnos nuevamente en lo verdaderamente importante.

Lo que se vivió, analizó y conversó en la celebración de nuestro Frente Amplio en Piriápolis fue transmitido por una gran cadena humana de broadcasters espontáneos. Las fotos fueron portada hoy en miles de muros virtuales, esos menos y no tan convencionales, pero contundentes medios masivos de la comunicación actual.

Pero lo que importa más aún, es que lo que vivimos allí perdurará en nuestros corazones y eso nos llena de orgullo militante de cara al futuro. Porque sabemos que lo que vendrá no será fácil. Y habrá que estar preparados.

Fuimos, somos y seremos una fuerza constructora; y eso lo llevamos en las venas y en el alma.

Nos vimos, nos encontramos, nos abrazamos, nos comprometimos una vez más a defender el futuro, ese futuro con justicia, que nos abraza a todos y a todas.

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