En los últimos días se ha compartido en la prensa el avance en materia de estudiantes universitarios privados de libertad, que pasaron de cuatro a 100 en dos años.
Según datos del Ministerio del Interior, esos estudiantes son parte de los más de 5000 que realizan actividades de educación formal y no formal.
Son casi 3000 las personas que continúan, retoman o comienzan su trayectoria educativa formal, en primaria, secundaria y la Universidad, estando recluidos. Esto implica un trabajo interinstitucional entre la ANEP, MEC y Udelar, con la apertura del Instituto Nacional de Rehabilitación en el marco de su nueva perspectiva de trabajo.
En esta línea, desde del INR se trabaja desde una perspectiva de derechos, en tanto el único derecho que se pierde con la pena de cárcel es el de la libertad ambulatoria.
El ingreso de propuestas tuvo una excelente repercusión entre los internos, colaborando en el aumento de demanda y también de oferta desde las instituciones educativas.
Asimismo, son aproximadamente 4000 personas recluidas que acceden a cupos de laborales y de ocupación de distinto tipo.
La cifra de reclusos actualmente supera las 10.000 personas, por lo que los números de trabajo y estudio son significativos por sí mismos, pero aún más en relación a la situación previa a la creación del INR.
Las cárceles uruguayas aún tienen mucho por mejorar, pero en este sentido se está trabajando.