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Derecho a la educación


17 jóvenes del interior profundo cuentan con una nueva oportunidad para estudiar.

En una zona de los alrededores de la localidad de Carumbé, en Salto, se puso en marcha una nueva propuesta educativa que permite que jóvenes egresados de primaria y desvinculados del sistema educativo tengan la posibilidad de continuar formándose.

En el km 146 de la ruta Nº 31, predio de la Escuela Rural Nº 73, se encuentra el nuevo centro de educativo que cuenta con un aula prefabricada, una batería de baños y un comedor en donde los/as alumnos/as desayunan, almuerzan, meriendan y cenan; durante una semana de convivencia y estudio para, a la siguiente, volver a sus hogares donde se pone en práctica lo aprendido. La residencia está ubicada en un edificio donado por una señora de la zona que trabajó en una de las comisiones que hicieron posible este proyecto.

Esta modalidad de Alternancia permite además del acceso al derecho de estudiar y aprender, que los/as chicos/as puedan compartir con otros iguales, conocer y cultivar amistades e intercambiar tiempo y vivencias.

Esta realidad es un anhelo que tenía desde hace mucho tiempo la comunidad y que hoy es posible principalmente gracias a la misma, a colectivos de la sociedad civil, a actores de diferentes instituciones del departamento. Y también a la gestión de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) junto al Consejo de Educación Técnico Profesional – UTU, el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

El proyecto es denominado Ciclo Básico Agrario en Alternancia cuyos estudiantes son principalmente hijos/as de trabajadores/as rurales que, al tener que viajar hasta 50 kilómetros para llegar al centro educativo, son trasladados/as por un ómnibus financiado por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) junto a la Intendencia Departamental de Salto. Por otra parte, uno de los padres en su vehículo lleva a tres estudiantes que viven en Puntas de Caña siendo apoyado económicamente por UTE.

Se ha concretado un proyecto que fue el sueño de muchas personas durante mucho tiempo y que garantiza el derecho a la educación y a aprender para todos y todas.

Un trabajo de descentralización que permite que ni el lugar físico donde viven o los bajos recursos económicos con los que cuentan -que hace que se les dificulte el traslado lejos de su comunidad- no sean un obstáculo para estos/as jóvenes a la hora de formarse, aprender y relacionarse.

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